Parecía difícil de imaginar, pero Independiente pasó de ser uno de los mejores equipos del Apertura a acumular derrotas y malos rendimientos en este semestre porque no solo se quedó fuera de la Copa Argentina ante Belgrano el viernes pasado, sino que en el Clausura suma solo un punto en tres partidos jugados. Panorama desalentador.
Son difíciles de encontrar los argumentos que expliquen este flojo presente del Rojo porque el entrenador Julio Vaccari mantuvo el equipo que tan bien jugó la primera parte del año y se ganó el respeto de propios y rivales. De los titulares, solo se fue el lateral izquierdo Álvaro Angulo, pero la dirigencia lo reemplazó con Milton Valenzuela y Facundo Zabala.
Además, en el ataque sumó futbolistas que ilusionaban a los hinchas porque Walter Mazzantti arribó tras haber sido una de las figuras de Huracán, que fue subcampeón del Apertura, e Ignacio Pussetto llegó como parte del pase de Angulo para aportar su jerarquía y competir con Gabriel Ávalos, pero hasta ahora ninguno arrancó.
A esas buenas noticias que tenía Vaccari en la pretemporada hay que agregarle que Felipe Loyola y Kevin Lomónaco, las dos figuras del conjunto de Avellaneda y futbolistas más codiciados del plantel, se quedaron en el club, entonces el panorama antes del arranque de este semestre era para ilusionarse.
“Siempre digo lo mismo: el fútbol es esto. Con el semestre que tuvimos el año pasado, todo el mundo espera que Independiente los pase por arriba a los rivales, salga campeón, sea el mejor equipo del mundo. En ese momento, mucha gente decía que Independiente era el mejor equipo del fútbol argentino y hoy, para muchos, somos un desastre. Somos el peor equipo del fútbol argentino. Yo creo que no es ni una, ni la otra”, esbozó el DT tras el encuentro frente al Pirata para quitarle dramatismo a la situación, pero puertas adentro hay preocupación.
A este Independiente al que no le fluye el juego, que no genera situaciones, que sufre en defensa y que muestra ser un equipo muy desmejorado con respecto al del primer semestre se le vienen compromisos difíciles porque el sábado recibirá a River a las 18.30 y luego afrontará los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Universidad de Chile.
“Hay cosas positivas, hay cosas por rescatar, hay que construir sobre eso y corregir las negativas”, se aferró Vaccari después de la eliminación en octavos ante los de Ricardo Zielinski. “Hay que saber comer mierda“, disparó Rodrigo Rey, arquero y referente, en un tono más vulgar. ¿Logrará el Rojo volver al nivel que lo llevó a ser protagonista del fútbol argentino?
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