Argentina está contra las cuerdas y necesita si o si una victoria ante México el próximo sábado, para eso, el entrenador analiza algunos cambios en el once inicial.

Tres años, cuatro meses y 20 días pasaron desde la última vez que la Selección Argentina sintió el gusto a sangre en la comisura de los labios. El último que pudo ganarle fue Brasil, a principios de julio de 2019 por la semifinal de la Copa América marcada por las polémicas. Por eso dolió tanto la caída 2-1 del último martes con Arabia Saudita en Lusail. Porque este es un equipo poco acostumbrado a estar abajo en el marcador. Y porque quería iniciar el Mundial Qatar 2022 con el pie derecho.

Ahora queda dar vuelta la página y pensar en el partido con México del próximo sábado desde las 16. El plantel es consciente que una victoria lo acomoda en el Grupo C y lo mete en la pelea. Los futbolistas saltarán a la cancha como si fuera un cruce de octavos de final. Un mata mata. Varios de ellos, en especial los referentes, tuvieron charlas aisladas y espontáneas en el micro y en la concentración. Quieren revertir este inesperado arranque y se encolumnan detrás de la frase del capitán Lionel Messi. “Es momento de estar más unidos que nunca, demostrar que somos fuertes de verdad”.

Habrá un par de cambios con vistas al choque con el equipo del Tata Martino, pero serán medidos. Principalmente en la defensa y el mediocampo. Lisandro Martínez, Enzo Fernández y Julián Álvarez, quienes ingresaron durante el complemento en el debut, atraviesan una actualidad inmejorable y el DT quiere aprovecharlos.

A falta de un par de ensayos, los primeros dos nombres podrían ser titulares en reemplazo de Cristian Romero y Alejandro Papu Gómez, aunque también Alexis Mac Allister es otro de los candidatos para fortalecer y darle juego a la mitad de la cancha.

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