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Boca volvió a los entrenamientos y sabe que el duelo ante Gimnasia del miércoles será una final para ver si es capaz de salir campeón.
Luego del impacto que significó la derrota contra Newells, en el Parque de la Independencia, en Boca saben que no hay tiempo para lamentos: el miércoles tiene una final contra Gimnasia en La Plata y el plantel sabe que si saca adelante ese juego y vence también a Independiente habrá abrochado el título.
El Xeneize jugará entresemana los 81 minutos que quedaron pendientes del partido suspendido contra el Lobo, de la fecha 23. No será sencillo para el conjunto de Hugo Ibarra porque será en un terreno complejo y ante un rival que todavía mantiene alguna chance de pelear por título de la Liga Profesional.
Para ese duelo será clave la recuperación del plantel, que viene con mucho cansancio acumulado y con varios lesionados. Pero es muy probable que el Negro Ibarra meta tres cambios: Martín Payero, Óscar Romero y Sebastián Villa, que ayer volvió y estuvo 45 minutos en cancha, podrían estar por Cristian Medina, Juan Ramírez y Luca Langoni, respectivamente. Además habrá que ver la evolución del peruano Carlos Zambrano, quien si no llega podría ser reemplazado por Gabriel Aranda.
