Juventus atraviesa una delicada actualidad económica y su dirigencia llevará a cabo una estrategia para reducir sus costos en 70 millones de euros: le abrirá la puerta de salida a varios futbolistas que terminan sus contratos en junio. En la lista aparecen dos campeones del mundo: Ángel Di María y Leandro Paredes, quien deberá regresar a PSG, dueño de su pase, aunque no por mucho tiempo. El volante buscará un nuevo destino y en Boca, club que lo vio nacer, cruzan los dedos para que pegue la vuelta. Sobra motivos para ilusionarse.
A la hora de ilusionarse, los hinchas de Boca tienen motivos de sobra. El primero es su contrato. El mediocampista central no continuará en la Vecchia Signora y en junio de este año se incorporará nuevamente a Paris Saint-Germain, con el que tiene un vínculo hasta mediados del 2024. Según la prensa local, el técnico Christophe Galtier no lo considera un futbolista indispensable y todo indica que saldrá otra vez de la capital francesa en busca de minutos.
Su relación con Riquelme es otro punto a favor, su tutor en sus primeros pasos en Boca. “Quería jugar como él. Me encantaba. Era mi máximo ídolo. Lo veía en todos los partidos. También miraba mucho a Zidane (Zinedine), pero a él lo tenía más cerca. Lo disfruté muchísimo como compañero y también ahora como amigo. Hablamos mucho”.
Su deseo de volver en plenitud siempre estuvo. “Lo dije desde el día que me fui. Mi idea es volver a Boca y volver bien, no para retirarme. Quiero volver a una edad en la que pueda darle mucho al club y jugar en buen nivel. Mi idea es volver, ojalá pueda hacerlo cuando esté muy bien. A los 29 o 30 años, no tengo problema”. En junio cumple 29 años.
Por último aparece su fanatismo por el club que lo vio nacer y la locura de los hinchas porque regrese su último hijo prodigo. ¿Será posible la vuelta de Paredes en este momento personal?.
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