Boca no jugó bien pero hizo lo que más fácil suele hacer: que es meter goles. Sin una gran elaboración y sin ejercer un dominio avasallante sobre el rival, el conjunto de Alfaro se sacó de encima un partido que le podría haber traído un dolor de cabeza en caso de una derrota.
El Xeneize abrió el marcador en la primera etapa a través de Wanchope y luego amplió con Mauro. Ya en el complemento, con las expulsiones de Ferreira y Vester para el equipo de Río Cuarto, el encuentro se desnaturalizó y fue todo de Boca.
En la próxima instancia, el club de la Ribera se verá las caras con Almagro, con fecha a confirmar.
Ahora, a pensar en la Copa Libertadores: el miércoles próximo, ante Deportes Tolima en Colombia, por la quinta jornada de su Grupo.
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