Como en todas las canchas, el Gigante de Arroyito no fue la excepción y se rindió a los pies de Maradona. Ahí están jugando Rosario Central y River, paradójicamente ambos son los rivales eternos de dos de los clubes donde Diego jugó.
Pero el apellido Maradona trasciende cualquier camiseta y cualquier pasión, porque Diego era de Argentina. Por esto mismo ambos equipos le rindieron homenaje al pelusa. Después de la salida formal de los equipos a la cancha, se posicionaron en la mitad para entre ambos equipos formar el 10 durante el minutos de aplausos.
Previamente los técnicos se fundieron en un abrazo conmovedor, consolándoselo como dos personas que habían perdido un familiar directo. Gallardo había estado en Casa Rosada para despedir el cuerpo de Maradona, mientras que el Kily había demostrado todo el afecto que le tenía a Diego.
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