Auckland City de Nueva Zelanda fue uno de los equipos furor en el Mundial de Clubes, no solo porque es un plantel semiprofesional, -todos los jugadores tienen trabajo ya que no pueden vivir del fútbol- sino también porque compartió grupo con Boca y porque recibió una de las goleadas más abultadas del torneo: 10-0 ante Bayern Múnich. En ese sentido, luego de rescatar un histórico empate frente al conjunto Xeneize, el elenco neozelandés realizó un insólito pedido.
Es que pidieron que el DT, Paul Posa, renunciara a su cargo. Según dio a conocer TNT Sports, Posa, que además es dentista, protagonizó una serie de incidentes pero el detonante ocurrió en la previa del partido ante Benfica. Resulta que el entrenador no conocía al capitán de los portugueses y le tuvo que preguntar a uno de sus futbolistas quién era. La respuesta: Nicolás Otamendi.
Al parecer, ese hecho generó mucho malestar y un punto de no retorno en la relación con el técnico. De esta manera, la idea de los integrantes del equipo es darle un ultimátum al presidente del club para que despida a Posa. Incluso habrían amenazado con abandonar la institución en caso de que eso no suceda.
Christian Gray, autor del único gol de Auckland en el torneo, no pudo ocultar su emoción y la de todos sus compañeros por el histórico resultado contra Boca. “Es surrealista. Lo más grande es hacer feliz al club. Es un camino largo y duro“, expresó el defensor central, que además, es profesor de educación física en la Escuela Intermedia Mount Roskill y la Escuela Primaria de Auckland.
A su vez, dejó en claro la importancia tanto en lo personal como en lo colectivo de su gol: “Por supuesto. Es el momento más importante de mi carrera. Significa mucho para el club. Somos un club muy chico. Estoy muy feliz porque nos merecíamos esto“.
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