Facundo Cambeses irrumpió en Racing en el momento más caliente de la temporada y lo hizo con una marca que parece imposible: recibió cuatro goles en tres partidos, pero ninguno fue convalidado. Entre revisiones del VAR y posiciones adelantadas, el ex Banfield todavía no fue vencido de manera oficial, se ganó la confianza de Gustavo Costas y el aplauso de los hinchas.
La seguidilla comenzó en la Copa Libertadores, en el partido de ida de los cuartos de final frente a Vélez en Liniers. Allí, Aaron Quirós convirtió tras un córner de Maher Carrizo, pero la jugada fue invalidada porque la pelota había salido por completo en el envío previo. En la vuelta en el Cilindro, llegó el episodio más polémico: Cambeses no pudo retener un balón y pareció que la pelota cruzaba la línea de meta. El árbitro inicialmente cobró el gol, pero el VAR rectificó la acción y determinó que no había ingresado en su totalidad.
La racha se extendió en el clásico de Avellaneda frente a Independiente. En el reciente 0-0 en el Libertadores de América, Ignacio Pussetto y Luciano Cabral lograron vulnerar el arco académico, pero en ambos casos el juez de línea y posteriormente el VAR anularon las jugadas por posición adelantada.
En total, son cuatro goles invalidados en apenas tres partidos. Una estadística insólita que se suma a un arranque perfecto: Cambeses acumula cinco partidos oficiales con valla invicta, -casi- todos con resultados favorables para Racing y con él como figura.
El contexto refuerza su impacto. Gustavo Costas lo eligió para reemplazar a Gabriel Arias en plena seguidilla de Libertadores, clásicos y Copa Argentina, y el arquero respondió con seguridad y personalidad. Su rendimiento, combinado con esta racha inédita, lo transformaron en una de las grandes apariciones del semestre.
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