En medio de una crisis institucional en Barcelona, el DT Ronald Koeman salió a poner paños fríos y a aclarar que él es quien manda en el vestuario y que no hay injerencia de Lionel Messi a la hora de armar los equipos y que tampoco es un jugador complicado. «No es difícil de gestionar. Cada entrenador es diferente, el carácter es diferente», resaltó el holandés, quien se diferenció rápidamente de Quique Setién.
Por otra parte, Koeman destacó el hambre de gloria del rosarino, quien estuvo a punto de irse en el último mercado de pases. «Veo todos los días su ambición y carácter ganador», detalló.
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