Uno de los partidos más atractivos -al menos en la previa- de la fecha 11 de la Copa de la Liga Profesional tuvo que ser suspendido por un lamentable suceso ocurrido en pleno campo de juego durante Estudiantes-Boca. Iban poco más de 26 minutos del primer tiempo cuando el chileno Javier Altamirano cayó tendido en el suelo de la nada, con una descompensación provocada por un cuadro de convulsiones.
Los médicos de Estudiantes y Boca ingresaron de inmediato al campo de juego y entendieron que la ambulancia debía llevarlo de inmediato: por unos minutos, la incertidumbre se apoderó del Estadio UNO, tanto dentro como fuera de la cancha, y mientras Altamirano era llevado a una clínica cercana al estadio, el partido fue suspendido momentáneamente.
Echenique, el árbitro, habló con los capitanes y entrenadores de ambos equipos para ver los pasos a seguir y por unos breves minutos, todos se fueron a los vestuarios. Allí, los jugadores de Estudiantes se enteraron que el chileno ya estaba mejor, consciente y estabilizado. Así y todo, no pasó mucho tiempo hasta que el juez volvió a llamar a los jugadores, principalmente para conocer la postura de Estudiantes: el Principito Sosa reconoció que no estaban dadas las condiciones para seguir y entonces suspendió el encuentro allí mismo.
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