Fue el 7 de octubre de 1995, cuando Maradona regresaba a la actividad después de la sanción de 15 meses por parte de la FIFA, tras lo sucedido en el Mundial de 1994 en los Estados Unidos.
Se enfrentaban aquél día Boca y Colón: Diego con la camiseta del Xeneize y Toresani con la del conjunto santafesino. El encuentro fue muy caliente, tal es así que el Huevo se fue expulsado a los 38 minutos por Lamolina, luego de tener un encontronazo con Caniggia y Pelusa.
Una vez finalizados los noventa minutos la cosa no quedó ahí, ya que Toresani anunció ante todos los micrófonos que lo iría a buscar a la casa. Y claro… Maradona no se iba a quedar callado.
De ahí, la famosa frase del diez: “Lo espero en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. No tengo ningún problema en que me venga a buscar”.
Pasaron los años, por supuesto, y eso quedó en la anécdota. Hoy, luego de conocerse el fallecimiento de Toresani, el Diego publicó este sentido mensaje en las redes sociales:
“Pensar que lo quise pelear, y hoy lo lloro. Después de aquella famosa discusión, él vino a jugar a Boca, y fuimos grandes compañeros. Hablé muchas veces con él por teléfono. Yo pensé en traerlo como segundo mío. Lamentablemente, llegué tarde. No creí que fuese todo tan grave… Ahora, yo me pregunto, ¿por qué Boca, River o la A.F.A., no le dan apoyo a los futbolistas que pasan por esta situación? No creo que el caso de Toresani sea el único. Por otro lado, hay gente que conocía al Huevo mucho mejor que yo, y no hizo nada. Él era un tipo muy trabajador. Lo lamento en el alma. Mi pésame a toda su familia. Ojalá que los hijos tengan el mismo corazón que su padre.
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