El jugador de la Roma habló sobre sus ausencias con la Albiceleste.

Paulo Dybala se perdió los últimos encuentros de la Selección Argentina por un problema muscularcon Roma que marcó el que marcó el final a su temporada, lesión que sufrió en el último encuentro previo a emprender el viaje para sumarse al combinado nacional para ponerse a disposición de Lionel Scaloni. 

En vías de recuperación de esta lesión que requirió de una cirugía, el delantero habló a corazón abierto sobre lo complejo que fue perderse esos encuentros de la Albiceleste y el trabajo en el plano psicológico que realiza para superar esos inconvenientes físicos en vísperas a esos juegos que marca en el calendario con antelación. 

“Ahora más tranquilo, al principio fue duro cuando supe el tiempo que iba a estar fuera de las canchas por el calendario con la Roma y la Selección. Fue un baldazo de agua de fría que ya lo asimilé“, inició respecto a la lesión que le privó de ser parte de la doble fecha FIFA de marzo en diálogo con Los Edul. 

La Joya detalló lo duro que fue perderse los encuentros ante Uruguay y Brasil, para los cuales fue convocado pero se le terminó desafectando antes de siquiera viajar a Argentina: “El hecho de saber que iba a volver a estar en la Selección era hermoso, haberme perdido las últimas dos convocatorias. Justo tan cerca de viajar me pase algo así es duro psicológicamente, te liquida, porque no hay nada más lindo que estar allá. Uno trata de trabajarlo a nivel psicológico primero para que no te tire para abajo y no influya sobre la lesión”. 

“Siempre me bajonea, sea chiquita o grande la lesión. A veces pasa tan cerca de ir y uno dice ‘no quiero que piensen que no quiero estar’ o a lo mejor ‘no tengo nada pero digo que tengo algo’. Uno lo que más quiere es estar en la Selección, nos preparamos durante todo el año para eso pocos partidos y que pase justo es un bajón muy grande”, explicó. 

Reveló el ex-Juventus, Palermo e Instituto que cada vez que se acerca la fecha límite para la presentación de la lista de convocados reina una sensación de tensión debido a la incertidumbre sobre si será -o no- incluido, por la ardua competencia por los pocos lugares que conforman la nómina: “Tensión por estar, no por las lesiones. Todos estamos con esa espinita de ‘¿voy a estar o no voy a estar?’. Uno tiene que estar más que el 100% para estar y se vive con tensión”.

“Miró mi nivel dentro de la cancha y digo: ‘Si sigo así, voy a estar’. Después uno sabe que es decisión del entrenador pero si haces las cosas bien te deja la tranquilidad y si no estoy es porque alguien lo está haciendo mejor y te quedas tranquilo porque hiciste todo para estar”, afirmó respecto a la manera de atravesar los momentos previos a cada nueva convocatoria.

En esta nota: