Los entrenadores de fútbol deben transitar por varios clubes, por muchas categorías y no sólo necesitan demostrar con experiencia, sino también con resultados.
Es por eso que el camino de los DT a veces es ingrato, esquivo. Pero otras veces la recompensa finalmente llega, como es el caso de Diego Martínez, quien llegó a Boca Juniors.
El Flaco ya había trabajado en las inferiores del Xeneize, pero en lo que han sido sus armas en primeros equipos, debió pasar desde la Primera D hasta la elite para tener la chance tan esperada.
Martínez comenzó en Ituzaingó en el año 2016, posteriormente pasó a Cañuelas, Comunicaciones, Midland y después arrancó el alza deportiva: Estudiantes (BA) con ascenso incluído. Luego, Godoy Cruz, Tigre, Huracán y ahora el arribo a uno de los gigantes mundiales: Boca.
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