La Copa Libertadores 2004 tuvo una semifinal memorable entre el Xeneize y el Millonario. El partido no sólo fue electrizante por tratarse de un Superclásico, sino por los condimentos que tuvo el encuentro.
El partido estuvo picado desde el principio, pero una jugada detonó la bomba: Gallardo le pegó a Cascini, el Mosquito lo prepoteó (pero sin tocarlo) y el árbitro Claudio Martín decidió expulsar a ambos.
La decisión del juez desató la debacle: trompadas por todos lados y el famoso “arañazo” del Muñeco a Abbondanzieri, quien quedó con la cara lastimada por lo sucedido.
Otro de los hechos de aquella noche furiosa que terminó 1-0 para el Xeneize con gol de Schiavi, fue la piña de Guillermo Barros Schelotto a Gabriel Macaya, un asistente del cuadro de Núñez.
¿Eso fue todo? No, Garcé vio la roja por un planchazo temerario y Coudet hizo un penalazo que el árbitro no vio.
El gol de Schiavi en la noche polémica en La Boca
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