“Internamente el grupo en el Mundial no estaba sólido. No era caótico pero entre jugadores y cuerpo técnico la relación humana no era la ideal”, señaló.
Y profundizando sobre el tema, explicó: “Si desde el inicio no se dicen claramente cómo son las cosas, a la larga dentro de un grupo de trabajo aparecen las diferencias. Hay distintos tipos de jugadores y distintos tipos de egos. Creo que es positivo hablar y ser sincero para que el grupo se fortalezca”.
¿Los jugadores tomaron el mando? “No digo que los jugadores hayan tomado el poder, pero sí que se hizo difícil. Cuando no se consiguen resultados y cuando no se debate ni se habla cara a cara, las cosas se complican”.
El MOTIVO DE SU SALIDA:
“Creí que era el momento. Estoy agradecido al privilegio que me dio Chiqui, de ponerme en ese lugar de mánager, pero viendo que el día a día me hacía hacer poco, viendo que había cosas que hablaba con Menotti y que no se terminaban dando, me llevó a dar un paso al costado”.
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