El lateral izquierdo ya pasó la revisión médica este lunes, pero debe aguardar los estudios que le realizarán a Aaron Molinas, quien formó parte de la transacción, en Defensa y Justicia. Apenas se concrete, se sumará a los trabajos con el plantel.

Luego de hacerse la revisión médica este lunes en el centro Deragopyan, Lautaro Blanco quedó a una firma de convertirse en el cuarto refuerzo de Boca en este mercado de transferencias. Más allá de que los estudios no arrojaron ningún inconveniente físico, llamó la atención que el club no publicó fotos suyas con la camiseta azul y oro. Pero esto no significa que el pase se haya caído ni nada similar, sino que la rúbrica se demoró por una cuestión burocrática que está relacionada con Aaron Molinas, el otro futbolista que entró en la transacción.

La operación que involucró al Xeneize, Defensa y Justicia y Elche no contó con una cifra económica de por medio. Gracias a la intervención de Christian Bragarnik, hombre clave en la negociación por ser el máximo accionista del club español y muy cercano al de Florencio Varela, Boca incorporó el 50 por ciento del pase del marcador de punta a cambio de la cesión de la mitad de la ficha del enganche al Halcón.

Pese a que Blanco hizo todos los pasos previos, todavía falta que el volante de la categoría 2000, que jugó a préstamo en Tigre la temporada pasada, realice la revisión médica para que el marcador de punta estampe la rúbrica. Aún resta saber el detalla de cuántos años estará formalmente en el cuadro de la Ribera.

Una vez que se resuelvan estos pequeños detalles, Blanco comenzará a entrenarse a la par del plantel y bajo las órdenes de Diego Martínez. El próximo compromiso de Boca está pautado para este jueves a las 19 horas contra Sarmiento en la cancha de San Lorenzo, por las obras de recuperación de campo de juego que se están haciendo en La Bombonera.