Cada partido con Inglaterra es un duelo aparte y la Albiceleste lo sabe bien. Por eso, aquella noche francesa del 30 de junio de 1998, el equipo que dirigía en ese entonces Daniel Alberto Passarella, salió a Saint Etienne con el cuchillo entre los dientes a jugar el partido por los octavos de final del mundial de Francia.
Ese encuentro fue uno de los más atractivos y emotivos. Argentina había abierto rápidamente el marcador de la mano de Batistuta de penal, pero en un abrir y cerrar de ojos se lo dieron vuelta Shearer desde los doce pasos y posteriormente un muy joven Michael Owen ponía el 2-1 transitorio.
Sobre el cierre de la primera etapa, un caudillo incansable iba a empatar: Javier Zanetti, quien remató cruzado ante Seaman para igualar y luego llevar la historia hasta el alargue y los penales con un hombre de más por la expulsión de Beckham.
En los tiros desde los once metros, el gran héroe fue Lechuga Roa, quien le tapó a Ince y a Batty para llevar al equipo a los cuartos de final, donde luego perdería ante Holanda.
Disfruta de acceso ilimitado entre más de 100 juegos de deporte, estrategia, acción y más.
Suscribirme