La elección de la capital estonia como sede de la Supercopa tiene como objetivo celebrar el centenario de la creación de la República de Estonia, declarada independiente del Imperio ruso el 24 de febrero de 1918. ¿Es el único motivo?
Estonia se independizó de la URSS en 1991 cuando se rompió el bloque comunista, y desde entonces, en el territorio Báltico, se forjó el país más digital del mundo.
Comenzó a trabajar en la tecnología de manera fructífera y el Gobierno en aquel entonces se enfrentaba al reto de construir un sistema burocrático desde cero, en el que incorporó el uso de las incipientes tecnologías de la información.
Así nace Skype, una de las aplicaciones de comunicación más usadas del mundo, y es un programa que fue creado en la ciudad estonia de Tallin.
Allí, justamente, jugarán Real Madrid y Atlético Madrid la prestigiosa Supercopa de Europa, este miércoles desde las 16.00 de Argentina, en el Le Coq Arena.
Un estadio inaugurado en 2001, con capacidad para 10 mil personas, reajustado para que ingresen 12 mil en total en este partido.
Desde que se decidió que Mónaco deje de ser sede fija de la Supercopa de Europa, la final se ha disputado en Praga (2013), Cardiff (2014), Tiflis (2015), Trondheim (2016), y Skopje (2017).
Estonia no participó nunca de un Mundial de fútbol, y tampoco de ninguna Eurocopa, aunque desde marzo de 2019 hasta noviembre del mismo año, tendrá la posibilidad de clasificarse.
“El fútbol antes de 1991 no existía en Estonia”, declaró hace un tiempo Martín Reim, ex jugador estonio y agregó: “El fútbol era el deporte de los rusos, aquí se jugaba más al baloncesto o se iba a esquiar”.
En esta pequeña ciudad de 400 mil habitantes se disputará la final de la Supercopa. ¿El verdadero motivo es el centenario de la independencia? ¿O promover a la sociedad más digital y conectada del mundo?
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