El joven argentino tuvo una temporada latinoamericana increíble y se instaló definitivamente en el Top 100 mundial.

Francisco Cerúndolo es una nueva realidad en la camada de tenistas jóvenes en la República Argentina. Y es que uno de los dos hermanos de la familia de tenistas siguió y superó los pasos de su hermano Juan Manuel y se instaló como el nuevo número setenta y seis del mundo, tras una temporada impecable por Sudamérica.

Cerúndolo, cuartofinalista en Buenos Aires y semifinalista en Río, solo tuvo un freno cuando se midió ante su compatriota y amigo Diego Schwartzman. Pero en el camino venció dos veces a un tenista establecido como el serbio Miomir Kecmanovic, al francés Benoit Paire, al español Roberto Carballes Baena y a su compatriota Facundo Bagnis.

Esas victorias y esos resultados convirtieron al joven argentino, cmapeón en Santa Cruz, Bolivia, en el Challenger de comienzos de año en uno de los mejores 100 del mundo, para depositarlo en la posición 76 desde el pasado lunes, para así alcanzar su mejor ubicación histórica.

De esta forma, la promesa se convierte en realidad y el camino ahora es transitar hacia adelante todo lo que quede del recorrido. Lo cierto es que Sudamérica le sienta bien, ya que en Buenos Aires, la pasada temporada, también fue quien alcanzó la final antes de caer ante Schwartzman en aquella definición. El freno lo sabrá solo él, pero los Grand Slams que quedan en la temporada le darán la bienvenida al Cuadro Principal.