El argentino tuvo un año increíble en el mundo Challenger y el gran premio es su entrada a los mejores 100 del mundo.

Ser uno de los mejores 100 tenistas del mundo es una de las metas principales de todo jugador de este deporte. Y Sebastián Báez finalmente lo alcanzó esta semana luego de su torneo excelente en Campiñas, Brasil, donde cosechó su sexto título Challenger en la temporada 2021.

Alcanzar ese objetivo es tener al alcance de la mano la clasificación directa a los 4 Grand Slams, lo que posibilita al tenista tener asegurado un buen año desde el ámbito financiero y económico, además de la experiencia profesional. Además, permite entrar dentro de los cortes de clasificación para los ATP 250, los de menor nivel en el Tour, lo que hace que su participación en el Cuadro Principal esté asegurada sin el desgaste de jugar una Clasificación Previa.

De esta forma, Báez cumple con uno de las máximas metas y, sobre todo, asegura su presencia en Australia, en enero, sin la necesidad de pasar por la Qualy. El premio al esfuerzo se ve capitalizado con las cuestiones a futuro y, seguramente, alcanzar una victoria en el Grand Slam oceánico le asegurará también ser parte de todos los Cuadros Principales de la Gira Latinoamericana, que comenzará en Córdoba, apenas finalice la actividad en Melbourne.

Sin dudas, el mejor festejo para cerrar el 2021 es esta entrada a los 100 primeros del ranking mundial, y Báez lo sabe. Seguramente, el objetivo del 2022 sea mucho más ambicioso y establecerse entre los mejores 50 será una prioridad antes de finalizar la siguiente temporada.