El número uno del mundo se impuso a Medvedev en la final de Bercy y conquistó el título por sexta vez en su carrera.

Novak Djokovic se siente como en casa cada vez que va a París, al finalizar la temporada. Y no es para menos. El serbio se quedó con la corona del Masters 1000, en Bercy, luego de vencer en la final al ruso Daniil Medvedev por 4-6, 6-3 y 6-3, para así cosechar su sexta corona en la competencia.

Djokovic, quien no competía desde el Abierto de los Estados Unidos, a mediados de septiembre, tuvo una semana de reivindicación en el complejo bajo techo de la capital francesa. Con triunfos resonantes ante Marton Fucsovics en el debut y ante el polaco Hubert Hurkacz en semifinales, el serbio se quedó con un título que lo posicionó como el máximo ganador de la competencia en toda su historia.

De esta manera, Nole cerró la temporada regular con un título necesario para perfilarse al ciento por ciento de cara al evento de Maestros que se viene en Turín, en algunos días más. En el mismo buscará alcanzar una corona que se le viene negando desde la temporada 2015, cuando venció en aquella definición al suizo Roger Federer por 6-3 y 6-4.