Berrettini en la final y Shapovalov y Hurkacz en semis de Wimbledon demostraron que el cambio generacional ya está asentado en el Tour. Solo será una cuestión de tiempo que se dé definitivamente.

Wimbledon pudo haber sido un punto de inflexión en el tenis moderno. Es que si bien Novak Djokovic consiguió el título número 20 de Grand Slam en su carrera, lo increíble de esta edición es que tres de los cuatro semifinalistas fueron tenistas de menos de 23 años, lo que está indicando que el cambio generacional está cada vez más cerca de asentarse definitivamente.

Matteo Berrettini, el italiano Top 10 de veintitrés años, fue finalista y tuvo un torneo soñado en el verde césped de Londres. El joven oriundo de la “bota” europea fue, además, el primer tenista de su país en alcanzar la final en Wimbledon en toda la historia, por lo que, también, será, sin dudas, una página dorada para el deporte de su tierra.

Si bien el serbio Novak Djokovic sigue siendo el amo y señor del circuito, lo cierto es que tuvo que batallar mucho más de la cuenta tanto en las semifinales como en la final, quedando más que claro que lo producido por la Next Gen de tenistas fue casi épico, rozando la perfección de a ratos.

El tridente de semifinalistas de jóvenes “Under 23” fue completado por el canadiense Denis Shapovalov y el polaco Hubert Hurkacz, quienes dieron un espectáculo increíble antes de ser eliminados, y cosecharon momentos únicos para sus carreras, como el ejemplo de Hurkacz, quien se sacó de encima a Roger Federer en los cuartos de final.

El recambio generacional es solo una cuestión de tiempo, pero será mucho más temprano de lo que se preveía hace algunos meses. La solidez con la que los tenistas jóvenes se están asentando en el Tour es descomunal y prontamente habrá un campeón de Grand Slam y varios campeones de Masters 1000 de esta nueva camada.