El español consiguió el pase a la segunda ronda de Roland Garros tras vencer al australiano Popyrin en sets corridos.

Tiene con qué y va en la búsqueda de una nueva corona. Personalidad, perseverancia, reinvención constante. Todo esto resume a Rafael Nadal, el Matador español, quien este martes dio el primer paso para la corona número catorce en París, en el Grand Slam del polvo de ladrillo, superficie de la que es el rey eterno.

Como si estuviese en el patio de su casa, Nadal saltó al Philippe Chatrier con la misma ambición que tiene en cada match que disputa. Sólido, sin dar ventajas, le sacó un amplio margen al Aussie Alex Ppopyrin, una de las promesas de su país para el futuro cercano.

No obstante, con el atrevimiento lógico de un joven, Popyrin lo desafió en el tercer parcial y lo hizo trabajar al de Manacor, aunque poco le duró la alegría al oceánico. El choque se definió para el lado del tres del mundo con un contundente 6-3, 6-2 y 7-6 (3) y el pase a la segunda vuelta quedó sellado.

Ahora, Rafa irá por una nueva instancia, la tercera. Para ello se medirá ante Richard Gasquet, un viejo conocido, quien en menores solía vencerlo, pero no así en el Tour profesional. En los duelos personales, el español lidera la serie por 16-0 y el último, justamente, se dio en París, con una victoria clara de Rafa en sets corridos, por la tercera vuelta del año 2018.

La decimocuarta corona en Roland Garros está a solo seis pasos. El primero ya fue dado. El mundo del tenis espera por una nueva consagración de su rey anaranjado. Doce días lo separan de la gloria, una vez más.