En Miami, Schwartzman consiguió un buen triunfo en la segunda vuelta y se metió en la tercera vuelta, donde se medirá ante Mannarino por un lugar en octavos.

Atrás quedó el mal trago de Acapulco para el Peque Diego Schwartzman, quien comenzó con el pie derecho en el torneo Masters 1000 de Miami, donde consiguió un muy buen triunfo ante el japonés Yasutaka Uchiyama por 6-3 y 6-3 para meterse entre los mejores treinta y dos y ahora tener la chance de buscar los octavos de final cuando se mida ante el francés Adrian Mannarino.

Schwartzman, quinto favorito del certamen de La Florida, no venía de un buen andar en el ATP 500 de la ciudad caribeña de Acapulco, y la derrota ante el italiano Lorenzo Musetti había calado hondo en el argentino. Sin embargo, pronto dejó atrás esa malaria y se metió en la tercera ronda de Miami, tras debutar con un buen éxito ante el asiático Uchiyama, a quien derrotó en dos sets, tras una hora y veintitrés minutos de juego.

De esta forma, el Peque se metió en la tercera vuelta y ahora se jugará un lugar en los octavos de final cuando se mida ante el galo Mannarino, vigésimo quinto cabeza de serie. Será el segundo duelo en el Tour entre ambos, en un historial que lidera el argentino por 1-0.