La entidad madre del tenis argentino repudió de manera oficial el trato que están recibiendo en Australia dos de sus grandes referentes, en la previa del Abierto de Australia.

Los comunicados de prensa suelen ser para informar algunas cuestiones, pero cuando son con algún repudio hacen un fuerte ruido. Eso es lo que sucedió este viernes con la carta elevada por la Asociación Argentina de Tenis a Tennis Australia, en defensa de Guido Pella y Juan Ignacio Londero.

El ente presidido por Agustín Calleri salió al cruce de los australianos por el trato que están recibiendo dos de sus máximos exponentes. Si bien el PCR obligatorio de COVID les dio negativo a ambos, desde que arribaron al país oceánico están encerrados en sus habitaciones de hotel.

En medida de esta eventualidad, la AAT sentenció: “Desde su llegada al país, ellos y sus acompañantes permanecen encerrados en las habitaciones del hotel, sin posibilidad de salir ni de cumplir mínimamente con las habituales rutinas de un deportista de alto rendimiento.

Luego, añadieron al comunicado: “Comprendemos las decisiones en pos de proteger la salud de todo el personal involucrado en el evento y la ciudadanía en general, pero consideramos que es imprescindible revisar la actitud para con los y las deportistas”.

Lo cierto es que la AAT salió a respaldar a Pella, a Londero y a sus equipos de trabajo y la manera fue fulminante. Si bien el escrito es más extenso, lo importante a tener en cuenta es que los jugadores argentinos completarán un confinamiento de quince días, por un error de los propios responsables del vuelo charter que los envió a Melbourne, al dejar subir a dos casos positivos de COVID.

Falta poco para la ATP Cup y para el Abierto de Australia, y la preparación es mínima. Si los resultados son positivos, sólo quedará en una mala anécdota en la memoria de todos. De lo contrario, esto será un mal paso organizativo para las autoridades australianas.

Desde Argentina, la Asociación ya hizo llegar su parecer al respecto. Pella ya se quejó y varios compañeros salieron a respaldarlo. Australia tendrá más cuentas pendientes que resolver para próximos eventos.