El fin de la temporada está pasándole factura a varios tenistas de elite, y a uno que lo aquejan los dolores es al austriaco Dominic Thiem, quien el pasado viernes cayó en los cuartos de final del evento de Viena, el cuál había conquistado el pasado año, ante quien le arrebató el trono en esta temporada, el ruso Andrey Rublev, y en donde se le observaron algunos movimientos forzados al número tres del mundo.
Esos movimientos finalmente demostraron el por qué y las molestias trajeron sus consecuencias. Es que el austriaco decidió darse de baja del Masters 1000 de París-Bercy, en Francia, el último torneo regular de la temporada, para cuidar su físico para el evento que reúne a los mejores ocho tenistas del año, en Londres, la próxima semana, y en el cuál deberá defender la final conseguida en el 2019, antes de caer en aquella definición ante el Rayo Stefanos Tsitsipas.
Así, el número tres del escalafón mundial justificó su ausencia en París por su lesión en el pie derecho, indicó estar apenado por no poder participar del certamen y viajará directamente a la capital inglesa con el fin de cosechar buenos resultados, tal como consiguió en la pasada temporada, donde apenas cayó en la final ante el griego Tsitsipas.
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