El bahiense, sin ritmo y envuelto en una gran problemática en la previa del evento de Grand Slam, cayó en su debut y acribilló a la USTA por el trato y la falta de responsabilidad durante su estadía en la burbuja en Nueva York.

El camino de Guido Pella por el Abierto de los Estados Unidos en la edición 2020 fue fugaz. El argentino cayó en el debut ante el local Jeffrey John Wolff, cinto treinta y ocho del planeta, y cargó de responsabilidades a la USTA (Asociación de los Estados Unidos) por el trato que recibieron tanto él como su equipo en la previa al evento de Grand Slam, cuando le impidieron jugar Cincinnati por un supuesto caso positivo de COVID-19 de su preparador físico, que finalmente fue comprobado que no era de tal manera.

Pella, quien este año no tuvo los mejores resultados previo a la pandemia, cayó ante Wolff por 6-2 , 0-6 6-3 y 6-3 y así se despidió del Grand Slam neoyorquino sin pena ni gloria. Sin ritmo, fatigado de a ratos, descordinado y errático por demás, luego de seis meses de inactividad, jugar el primer encuentro con todo el peso de la controversia de la pasada semana no le fue producente al bahiense, quien explotó en la conferencia de prensa y alegó ante los micrófonos que no todos los casos fueron tomados con la misma vara.

“Estoy defraudado, decepcionado y caliente. No sé si tomaré acción legal. Pero afectaron mi participación y no sé hasta cuándo me afectará. No me arrepiento de venir. Sí por los cambios de reglas. Tengo cero ganas de seguir. Pero la semana que viene le seguiré poniéndole ganas como siempre”, fueron las palabras con las que cerró el diálogo con ESPN el zurdo argentino, treinta y séis del ranking mundial.