El australiano decidió no participar del evento de Grand Slam por el foco de infección que se hace visible en los Estados Unidos con respecto al Coronavirus.

El cimbronazo que sacudió la escena mundial del tenis este fin de semana fue la negativa de Nick Kyrgios, quien dijo “No” al Abierto de los Estados Unidos por la problemática aún persistente en el territorio del país del Norte, en donde el COVID-19 tiene una fuerza descomunal y lleva el conteo de infectados y muertes a un número increíble, que superó cualquier tipo de estadística prevista.

Kyrgios dio sus razones a través de un video personal, que subió a sus redes sociales, y en el que expuso: “No jugaré el US Open. Me duele en el corazón no estar ahí, compitiendo en una de las pistas más importantes de la historia del deporte. Pero me quedo fuera por mi gente, mis australianos, por los cientos de miles de americanos que han perdido su vida, por todos. Es mi decisión, guste o no, y esas son mis razones”. Duro, firme y sin filtro, como lo caracterizó siempre al Aussie, esas fueron las palabras elegidas para abrirse del torneo más trascendente en esta vuelta al tenis en territorio americano.

Además, agregó un párrafo aparte y personal para tirar munición pesada hacia algunos colegas. “Jugadores: tenemos que actuar en interés común y trabajar juntos. No podés estar bailando sobre mesas, sacando dinero por Europa o tratando de ganar pasta rápidamente organizando una exhibición. Eso es muy egoísta. Pensemos en el otro por una vez, de eso va este virus. No importa tu ranking o cuánto dinero tenes. Actúa responsablemente”, en clara referencia a actitudes adoptadas por tenistas que estuvieron presentes en diferentes exhibiciones, en especial en el Adria Tour, donde se desataron todos esos hechos, de manera encadenada.

El tenis vive una problemática muy fuerte y las opiniones de Kyrgios siempre son duras, hasta con los propios colegas. Sin dudas, una baja importante para el primer Grand Slam de la vuelta al calendario.