Tras arribar a Serbia y hacerse los estudios pertinentes, el número uno del mundo es uno de los casos positivos en el marco del Adria Tour, en los territorios balcánicos.

El foco de atención de todos los medios de comunicación masivos fueron hacia el tenis este martes y es que el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, fue diagnosticado como un caso positivo del Coronavirus tras el evento realizado en tierras balcánicas los pasados dos fines de semana y del cuál fue promotor principal para la realización del mismo.

Djokovic, quien lidera el ranking desde principios del pasado año y que se adjudicó el último Abierto de Australia en el verano oceánico en la ciudad de Melbourne, en enero, fue uno de los propulsores principales para que la actividad del tenis vuelva tras el COVID-19 que frenó la misma a princiíos de marzo.

Desde su postura de presidente del Consejo de Jugadores de la ATP y desde su nación, en Belgrado, propulsó la idea de disputar una serie de torneos con profesionales a nivel de exhibiciones en todas las tierras balcánicas y que denominó Adria Tour.

No obstante, los cuidados y los protocolos no fueron los pertinentes con una situación de tal envergadura, por lo que el desorden entre los asistentes a la competencia y el afluente del público y de la organización masiva generó un posible foco de infección, que terminó siendo tal y varios de los protagonistas finalizaron con el resultado de que tienen Coronavirus en su organismo.

Entre los casos, resalta el del serbio, quien además, hace poco más de dos meses se declaró como “antivacuna” con respecto a aplicarse una en el caso de que sea necesario para la vuelta al circuito profesional.

Por otra parte, llamó la atención algunas actitudes que tuvo Nole durante el evento, como no promocionar el uso del barbijo en el público y sus compañeros tenísticos, generar fraternidad mediante abrazos sin respetar la distancia social pertinente y, el más curioso, cuando todos los jugadores fueron sometidos al análisis en plena competencia de Croacia tras el anuncio del test positivo de Grigor Dimitrov, él decidió viajar a Serbia sin que nadie lo tocase y hacerse recién allí el estudio, debido a que adjudicó que no poseía síntomas.

Lo cierto es que ahora el dilema del tenis está puesto en cuanto tardará en sanar la herida mundial del mal ejemplo aportado por una figura mundial y de renombre como la del serbio, quien evadió varios pasos necesarios para que la práctica del mismo sea altamente eficaz y sin riesgos de contagios.