El tenis moderno sufrió un gran cambio a mediados de la década pasada. La irrupción de Roger Federer entre las excelentes figuras del pasado, sumado al dominio que pregonó Rafael Nadal en el polvo de ladrillo y la aparición repentina de Novak Djokovic y Andy Murray como jóvenes promesas emergentes hicieron que el deporte sufra su último gran click hasta la actualidad, teniéndolos como los amos y señores del Tour desde aquellos años.
No obstante, cada uno tiene su estilo y su forma de juego, lo que los hace único y distintos entre sí. Y en el caso de Murray, el hecho a resaltar, sin lugar a dudas, es que el escocés tiene un pizarrón exacto dibujado en su mente para cada jugada que se presente. Si bien tiene buenos golpes y una cantidad de cualidades técnicas que lo llevan a competir de igual a igual ante los otros tres monstruos del tenis, lo cierto es que el británico resalta entre ellos por el gran estratega que es dentro del court, sin importar la superficie.
A diferencia de Federer, que juega atacando a las líneas durante casi toda la totalidad del partido, o de Nadal, que imprime una presión desde la intensidad y desde el físico para el contrario, o mismo Djokovic, que imprime lo mismo que Nadal pero con un poco más de velocidad y precisión en los golpes, además de un estado mental muy fuerte, en el que pareciera que nunca la vaya a errar, lo de Murray es muy distinto y esto se debe gracias a su capacidad de alternar fuerzas y efectos, con unos ángulos distintos y una precisión casi perfecta, saliendo de la lógica de a ratos y definiendo los puntos con un desgaste sobre el rival, que poco a poco va perdiendo la paciencia o mismo deja entreabierta una puerta por donde la pelota del escocés se escurre para terminar definiendo el punto.
Probablemente nunca se le va a ver un drive espectacular o un revés potentísimo. Tal vez su estilo de volea no sea el más prolijo de todos o quizás sus pelotas no vayan cargadas con las revoluciones que el español Nadal le imprime, pero lo cierto es que Murray tiene un as bajo la manga siempre y lleva y trae a su rival en una telaraña que va tejiendo poco a poco a piacere, como si estuviese divirtiéndose mientras va viendo como el esfuerzo del otro es totalmente en vano, porque el punto, finalmente, quedará de su lado.
Algunas lesiones y otros factores hicieron que el escocés llegase a la cima del mundo tenistico recién en el 2016, con un final de año perfecto y con la gracia de haber sido el mejor de todos desde el court hasta los resultados. Los tres Grand Slams en su carrera son mentirosos, ya que hubo varios en los que pudo cosechar algunas victorias más, pero también es real que de estos cuatro magníficos del tenis, es el más humano de todos, porque los talentosos naturales, mayormente, suelen tener esos baches, aunque, tarde o temprano, el premio más grande, se les termina presentando y terminan justificando la historia y la historia a ellos, como un capricho recíproco de que todo está escrito y tiene que terminar de esa manera.
Desde Más Tenis queremos dejarles algunas de las jugadas que representan esta gran cabeza dentro del Tour, la cabeza de Andy Murray:
Más Tenis es la única app que te lleva a un Grand Slam. Noticias, resultados, clínicas virtuales y más.
Suscribirme