El australiano tuvo una pésima actitud en el último mes e inventó que tenía Coronavitus y que se había infectado en un vuelo a los Estados Unidos. Cosas lejos de la lógica humana…

Bernard Tomic lejos está actualmente de su mejor nivel. El australiano, quien no hace mucho tiempo era uno de los mejores jugadores de su país y quien llegase a estar cerca de los mejores quince del planeta logró enfadar a la opinión pública estos días al confesar que no posee Coronavirus y que todo lo que dijo acerca de su supuesta enfermedad con el virus había sido todo producto de un invento que él mismo promocionó.

Alejado de los primeros planos en el ranking mundial y estando a las sombras de Nick Kyrgios durante las últimas temporadas, Tomic fue perdiendo protagonismo en el Tour y posiciones en el ranking, lo que lo hicieron bajar al nivel Challenger. Justamente en el último que disputó antes de volar a Miami, en Monterrey, en ese vuelo de conexión entre una ciudad y la otra, el tenista admitió haber contra+ido el virus COVID-19, más comúnmente designado como Coronavirus, y fue noticia en todos los portales en un solo segundo, siendo así el primero de los tenistas profesionales en contraer la enfermedad.

Lo cierto es que desde esa fecha hasta estos días no hubo más noticias del jugador australiano y todo pasó a un segundo plano, pero el pasado miércoles el brasileño Thiago Seyboth Wild se declaró enfermo de la pandemia y fue considerado el primer tenista de manera oficial en contraer el virus, lo que hizo que el nombre de Tomic volviese a tomar fuerza y protagonismo.

Justamente, una jugadora alemana, Andrea Petkovic, le consultó al australiano sobre su enfermedad y éste le confesó haber inventado el asunto, lo que hizo enfadar a la opinión publica y al ambiente del tenis, sumando así una nueva mancha negra en el legajo de Tomic, quien ya venía enemistado con su federación, entre otras cosas trascendentes del último tiempo. Ay Bernard…