El Mago es uno de los tenistas presentes en el nuevo equipo dirigencial de la AAT. No obstante, nunca ningún fanático del tenis podrá olvidar sus destellos con la varita mágica desde su mano derecha.

Guillermo Coria fue uno de los mayores representantes de la famosa Legión Argentina que vislumbró al mundo del tenis en la primera década del Siglo XXI y gran parte de ello se debe a que desde su mano derecho el de Rufino dibujaba cosas imposibles de ejecutar, a punto tal que lo denominaron desde muy pequeño el Mago.

Llegó a ser número tres del mundo, campeón de dos torneos de Masters Series, hoy Masters 1000, en Hamburgo 2003 y en Montecarlo 2004, y fue finalista de Roland Garros en la edición soñada por el tenis argentino, donde Gastón Gaudio se coronó campeón y junto con David Nalbandian los tres invadieron las semifinales para marcar un hito único en la historia del deporte blanco en el país más austral del planeta.

Lo cierto es que todos los fanáticos del tenis recuerdan a Coria como un luchador increíble desde la parte física, un tremendo jugador mental que, hasta la llegada de Rafael Nadal al circuito, era considerado como el tenista más pensante de todos en el Tour y dueño de un tenis exquisito, que lo llevó a ser uno de los mejores del mundo, y el mejor jugador de polvo de ladrillo en las temporadas 2003 y 2004.

Hoy el Mago está lejos de las canchas, pero no del tenis, ya que ocupa un rol importante dentro de la dirigencia de la Asociación Argentina de Tenis, comandada por el presidente Agustín Calleri, aunque también, junto con Gaudio y Guillermo Cañas, en septiembre del 2018, conformó el tridente de capitanes de Copa Davis en la serie que Argentina disputó ante Colombia en San Juan para el retorno del equipó nacional al Grupo Mundial.

Desde Más Tenis recordamos algunas de las mejores jugadas del Mago cuando era una fija en cada uno de los torneos alrededor del mundo en el Tour de la ATP y deleitaba a todos con su muñeca y su varita mágica.