El mallorquín, primer cabeza de serie del evento mexicano, doblegó a su compatriota Andujar en el debut y se metió en los octavos de final.

Antes era uno de los torneos predilectos de los jugadores de polvo para cerrar la gira latinoamericana, pero desde que Acapulco cambió su superficie al cemento azul en la previa de los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, el torneo mexicano cambió de formas y las estrellas lo eligen para preparar su gira por los Estados Unidos.

El caso de Rafael Nadal es uno de ellos y el mallorquín es un número puesto en las últimas temporadas sobre el cemento de las costas mexicanas. Ayer por la noche, en el último turno del Court Central, el balear derrotó por 6-3 y 6.2 en loa apertura de su camino a su compatriota Pablo Andujar y así se clasificó a los octavos de final.

Preclasificado número uno del evento y figura máxima del certamen desde hace ya algunas temporadas, Nadal sabe que un buen resultado en Acapulco lo puede devolver a la cima del ranking mundial, y eso será una fija si es que el español logra ser campeón.

De más está decir que para lograrlo deberá pasar varios escollos, como por ejemplo el de la siguiente ronda, cuando se mida ante el serbio Miomir Kecmanovic por un lugar en los cuartos de final, en lo que representará el primer cruce entre ambos en el Tour.