El argentino, número uno de la especialidad en sillas de ruedas, consiguió su tercer oro consecutivo en los Juegos Parapanamericanos, disputados en Lima. Venció en la final a su compatriota Ledesma en sets corridos.

El tenis adapatdo en sillas de ruedas tiene un amo y señor en estas tierras y su nombre es Gustavo Fernández. El argenitno, número uno del mundo en la especialidad, tuvo el premio más alto en Lima, en los Juegos Parapanamericanos, donde se alzó con la victoria en la final ante su compatriota Agustín Ledesma y, de esta forma consiguió el tercer evento en forma consecutiva en estos Juegos.

Fernández, quien viene de ser campeón en individuales en el Abierto de Australia, en Roland Garros y en Wimbledon y está a simplemente un título de completar el Grand Slam en el Abierto de los Estados Unidos, viajó a Lima para los Juegos Parapanamericanos y representar a la Argentina, trayéndose de allí el premio más alto con la medalla dorada por tercer Juego consecutivo, tras las conquistas de Guadalajara 2011 y Toronto 2015.

De esta manera, el tenista argentino de 25 años de edad irá a Estados Unidos, en Nueva York, a intentar cosechar el último torneo grande e importante que le falta completar en el fichero, el de campeón del Grand Slam norteamericano. El resto, en lo que va del año, ya fueron de él.