El británico, ex número uno del mundo, tomó la decisión de viajar a España para disputar el Challenger de Mallorca, en la semana donde inicia el último Grand Slam de la temporada.

El regreso al circuito y a los primeros planos no está resultando sencillo para el británico Andy Murray. El ex número uno del planeta, quien fuese campeón del Abierto de los Estados Unidos en el 2012 y de Wimbledon en el 2013 y en el 2016, viene de caer en dos encuentros consecutivos en primeras rondas en el Masters 1000 de Cincinnati y en el ATP 250 de Winston Salem y esto lo llevó a tomar la decisión de bajarse del Abierto de los Estados Unidos y viajar a España para disputar el Challenger de Mallorca, que se desarrollará durante la primera semana de competencia en el último Major del año.

Murray, quien cayó ante Richard Gasquet en Cincinnati y ante Tennys Sandgren en Winston Salem, no puede comenzar a hilvanar encuentros favorables en el Tour de la ATP y eso lo llevó a tomar la decisión de viajar al viejo continente para bajar de categoría y disputar, sin que se le caigan los anillos, el Challenger de Mallorca, con el fin de recuperar, poco a poco, el nivel perdido por causa de las distintas lesiones y cirugías a las que se sometió.

De esta forma, el campeón de la edición del año 2012 y finalista del año 2008 se ausentará del último Major de la temporada, siendo ésta su segunda ausencia en el mismo, luego de la fallida participación del año 2017, cuando estaba padeciendo una lesión complicada que lo alejó de los courts durante varios meses.

Sin embargo, lo bueno para Andy es que continúa con la competencia y que esta semana en el Challenger mallorquín, partirá como uno de los favoritos al certamen.