El cordobés, que venía de ser finalista en Bastad, no pudo con Basilashvili este miércoles y se despidió de Hamburgo, su último torneo grande sobre polvo en el año.

Campeón en Córdoba a principios de temporada, la vida de Juan Ignacio Londero cambió rotundamente desde aquel hecho y gran parte del impulso que le dio aquel título lo llevó a tener el mejor año de su carrera hasta este momento, a punto tal que hace menos de una semana fue finalista de Bastad, en Suecia y también estuvo, en mayo pasado, entre los mejores dieciséis de Roland Garros, el Grand Slam de la superficie.

Sin embargo, no todas son alegrías grandes para el cordobés, ya que este miércoles, en la segunda ronda de Hamburgo, el Topito cayó por 6-4, 3-6 y 6-3 ante el georgiano Nikoloz Basilashvili, cuarto cabeza de serie del ATP 500 alemán, y se despidió del certamen, donde podía aspirar a tener un gran evento, teniendo en cuenta que, justamente ante Basilashvili, en Roland Garros, había demostrado una de sus mejores producciones de la temporada.

Ahora, el camino del argentino continuará lejos de las canchas lentas de Europa y se mudará a Los Cabos, en México, donde cambiará de superficie hacia el cemento y dejará atrás el polvo de ladrillo, en el cuál fue uno de los grandes protagonistas del 2019.