Kevin Anderson es uno de los tenistas que, a pesar de su estatura, mejor se adapta al juego en césped. Su excelente saque y su gran drive, uno de los mejores del circuito, lo hacen uno de los potenciales aspirantes a la corona, aquella que se le escapó el año pasado cuando cayó en la definición ante Novak Djokovic en tres sets. Sin embargo, en este 2019, la producción del sudafricano viene siendo de excelencia y, con su victoria de ayer, ya está en la tercera vuelta.
Anderson se impuso al serbio Janko Tipsarevic por 6-4, 6-7 (5), 6-1 y 6-4 en casi tres horas de juego y así se convirtió en uno de los mejores treinta y dos hombres del cuadro de Wimbledon en la rama de individuales. Además, cabe destacar que Anderson, cuarto cabeza de serie en la preclasificación del evento, disputó tan solo cuatro torneos en la previa al tercer Grand Slam en toda la temporada, por lo que su producción, más allá de ser las ondas prematuras, es para valorar y admirar.
Ahora, en la tercera ronda, por un lugar en los octavos de final, se enfrentará al argentino Guido Pella, quien venció al italiano Andreas Seppi para alcanzar esta instancia. El duelo entre el sudafricano y el bahiense será el primero en el historial entre ambos.
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