El chileno venció al holandés Haase en sets corridos para meterse en cuartos de final de s-Hertogenbosch. Las victorias acumuladas en el evento son las primeras conseguidas por el trasandino en la superficie en toda su carrera.

La confianza y el buen juego catapultan a diferentes jugadores a vivir momentos que, quizás, en otras situaciones, seguramente no se den de manera natural. Y esto es lo que viene aconteciendo con el chileno Christian Garín, quien en este 2019 está transitando el mejor año de su carrera y consiguiendo hechos increíbles, tales como los que cosechó esta semana en Holanda.

Garín, treinta y dos del ranking mundial y campeón de los certámenes de Houston y Munich en lo que va del año, llegó a s-Hertogenbosch con el fin de acumular horas y duelos en pasto previo a Wimbledon, y tras su primer encuentro ante el italiano Salvatore Caruso, a quien venció con facilidad en dos sets, hoy se dio el gusto de derrotar a un jugador que se adapta de gran manera al suelo, como lo es el holandés Robin Haase, a quien doblegó con un doble 7-5 para avanzar a los cuartos de final del evento donde Haase actúa como local.

Estos dos éxitos conseguidos por el chileno en tierras de los ex Países Bajos son los primeros que consigue en toda su carrera sobre la superficie, en donde acumulaba dos derrotas en igual cantidad de enfrentamientos disputados hasta el momento.

Ahora, en los cuartos de final, por un lugar entre los mejores cuatro del certamen, se medirá ante el croata Brona Coric, quien, también, es alguien que se adapta de gran manera a la superficie. Hay que tener en cuenta que el año pasado el croata venció a Roger Federer en la definición de Halle, sobre el mismo suelo, y remontando un set en contra, lo que, junto con otras características favorables para él, lo posiciona como candidato en el duelo ante el trasandino.