El uruguayo, quien entró como Lucky Loser a Estoril, ganó con autoridad en primera vuelta y ya está en la segunda ronda. Su rival fue el italiano Caruso, quien lo había eliminado en la Clasificación. Cosas del destino…

Pablo Cuevas está jugando realmente bien al tenis en esta primavera que se vive en Europa. Y en Estoril, además de mostrar buenos tintes con su nivel, el uruguayo se regaló una victoria con sabor a revancha, ya que pasó de víctima a victimario en tan solo dos días, y es que hoy venció en la ronda inicial al italiano Salvatore Caruso, quien, justamente, hace apenas dos días, lo había eliminado en la Qualy y lo había dejado fuera del torneo portugués antes de que comenzara el cuadro principal.

El destino tiene esas cosas. El tenis, a veces suele ser tirano. Y esta máxima se aplica a la perfección en la vida del italiano Caruso, quien a base de esfuerzo y de jugar un partido tremendo ante Cuevas el pasado domingo, lo había eliminado del torneo y dejado al uruguayo sin la chance de poder jugar el cuadro principal.

Luego, la baja de uno de los participantes permitió que Cuevas ingresara al mismo como perdedor afortunado, por ser el mejor tenista rankeado eliminado en la última ronda de la Clasificación. Y el sorteo determinó que los caminos de Caruso y Cuevas vuelvan a cruzarse, con tanta mala suerte para el europeo que hoy, en la presentación de ambos en el cuadro principal, que Cuevas se inspiró y lo vapuleó por un doble 6-2 en poco más de una hora de juego y eliminarlo del certamen portugués.

Así, el uruguayo se vengó de su derrota dominical y accedió a la segunda ronda, donde se medirá ante el compatriota de Caruso, Fabio Fognini, campeón hace algunos días del Masters 1000 de Montecarlo y segundo cabeza de serie en Estoril. Los duelos entre ambos cuentan con seis antecedentes y los lidera el europeo por 4-2, teniendo como último antecedente el choque que protagonizaron en las semifinales de San Pablo de la última temporada, con éxito para Fognini en sets corridos. El ganador del match se asegurará un lugar entre los mejores ocho del evento portugués.