David Ferrer está aprovechando al máximo la invitación al ATP 500 de Barcelona y su participación en el penúltimo certamen que disputará como profesional y este miércoles acumuló una nueva víctima a su lista de partidos contundentes. El español venció por 6-3 y 6-1 al francés Lucas Pouille y se regaló una vida más en el evento catalán, donde mañana enfrentará en un duelo épico a Rafael Nadal por los octavos de final con el fin de asegurarse un lugar entre los mejores ocho del certamen y continuar su periplo ganador.
Ferrer, quien disputó cuatro finales en Barcelona y jamás pudo levantar el título, no tuvo ni un mínimo de piedad ante un jugador irregular como lo es el galo Pouille, quien tras hilvanar buenas victorias en Melbourne Park a principio de año y alcanzar las semifinales allí, no pudo volver a triunfar en ningún torneo de los que formó parte desde entonces. Con Ferrer, hoy tampoco fue el caso y la paliza del español fue contundente: una hora y deciséis minutos para el 6-3 y 6-1 y el pase a la tercera vuelta.
Allí, mañana, en horario estelar, se medirá ante el máximo campeón del torneo, el mallorquín Nadal, de quien, durante muchos años, fue la sombra en el circuito más allá de ser uno de los mejores tenistas españoles de la historia del deporte blanco en el país ibérico. El historial entre Ferrer y Nadal pertenece al balear por 25-6, aunque Ferrer ya sabe lo que es ganarle en polvo de ladrillo, terreno donde cosecha dos victorias ante el mallorquín. En el partido épico del jueves en Barcelona, quien dice que Ferrer no sea capaz de darse una vida más y vencer a Rafa…
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