El valenciano no pudo con Ramos Viñolas y se despidió para siempre del tradicional torneo porteño, donde fue campeón en tres ocasiones. Recibió un cálido homenaje por parte de la organización y un reconocimiento merecido por parte del público.

David Ferrer, se sabe, colgará la raqueta este año y se dedicará a disfrutar de su vida fuera de los courts, con su familia y haciendo lo que el tenis muchas veces no les permite realizar a los deportistas de elite. Sin embargo, antes de decir adiós, el valenciano armó una gira despedida en varios certámenes emblemáticos para él y Buenos Aires fue uno de los elegidos, torneo que ganó en tres ocasiones. Ayer por la tarde, lamentablemente, fue la última función del Gran Ferru en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, ya que cayó en tres sets ante su compatriota Albert Ramos Viñolas y se despidió para siempre de la capital porteña.

El encuentro entre Ferrer y Ramos Viñolas fue una verdadersa batalla de gladiadores sobre el polvo anaranjado del Buenos Aires. Peloteos eternos, contragolpes magníficos, increíbles resoluciones desde lugares irrisorios eran algunas de las pinceladas que nos regalaban estos dos fenómenos del tenis. Y Ferrer fue el primero que golpeó, ya que ganó el primer parcial por 6-3.

En el segundo set, el valenciano quebró rápidamente al catalán y set puso 3-1 y servicio, en lo que parecía que iba a terminar siendo una sinfonía para los espectadores por parte de Ferru. Sin embrago, allí apareció la mejor versión de Ramos Viñolas, quien recuperó el quiebre y forzó un tie-break, el cuál estuvo plagado de emociones y momentos tensos, con varios set points para el catalán y hasta un match point para Ferrer, quien no lo pudo aprovechar y terminó cediendo la manga por 11-9 en ese desempate.

Ya en el tercero, Ramos Viñolas quebró de entrada a Ferru. Consiguió una ventaja de 3-0 en un abrir y cerrar de ojos y, desde allí, comandó las acciones hasta terminar sentenciando la historia con un 6-3 en su favor, tras dos horas y veintiocho minutos de juego.

De esta manera, Ferrer le decía adiós para siempre a Buenos Aires, un lugar en el que se coronó en tres ediciones, en los años 2012, 2013 y 2014. Además, para gratificación personal, la organización le rindió un merecido y cálido homenaje una vez culminado el encuentro, agradeciéndole haber sido parte del certamen durante tantas temporadas y demostrándole que el cariño es más fuerte que las fronteras que pueden separar a los países. Mismo homenaje y reconocimiento recibió del público argentino, quienes aplaudieron a Ferru de pie hasta que el español se retiró del estadio y los saludó por última vez. Hasta siempre Ferru, te vamos a extrañar.

Algunas de las emociones vividas por Ferrer esta semana en Buenos Aires: