El suizo reconoció que podría haber tenido una mejor temporada, pero no se lamentó demasiado y ya piensa en el comienzo del 2019.

El suizo Roger Federer acabó la temporada como número 3 del mundo y con cuatro títulos en su haber. Sin embargo, algunos resultados desfavorables en torneos claves le impidieron tener un cierre del 2018 mejor.

“Mi comienzo de año fue genial. No puedo esperar para regresar a Australia. La segunda parte del año podría haber sido mejor. Perdí varios partidos que podrían haber supuesto un gran cambio si los hubiera ganado, como París o Wimbledon”, comenzó reflexionando Roger.

Al tiempo que agregó: “Tengo muchas expectativas sobre mí mismo y por lo tanto, estoy un poco decepcionado pero como una vez dijo Sampras: ‘Si ganas un Grand Slam, es una buena temporada'”.

En tanto, sobre la lesión de su mano, que le impidió jugar en plenitud durante buena parte de la temporada, señaló: “No debería ser una excusa, pero lo cierto es que me rompió el ritmo”.

“Esto es algo que puede afectarte en los momentos importantes, como me pasó ante Anderson en Wimbledon. Sentí dolor en la mano durante mucho tiempo. Incluso aquí en Londres he tenido un poco de dolor”, agregó.

Pero finalmente, resaltó: “La temporada es como es. Darme la oportunidad de querer hacerlo aún mejor, me da confianza para el año que viene. Sobre todo, porque tengo la sensación de que puedo jugar aún mejor. No es que haya perdido 6-2 6-2 los partidos importantes”.