El croata, quien no está transitando por su mejor momento, encontró un oasis en La Florida y está en los octavos de final.

A veces, el tenis, es un deporte de sensaciones. Jugar bien depende de cómo se levanten los jugadores el día del partido, sus momentos personales, sus molestias físicas. Y las del croata Marin Cilic, ex numero tres del mundo, no venían siendo las mejores en el último tiempo, con un récord de partidos de 2-4 en esta temporada 2021.

Pero en Miami, en el Masters 1000 de la Península de La Florida, Cilic parece haber encontrado su mejor versión en los últimos tiempos. Con victorias consecutivas ante los sudamericanos Federico Coria y Christian Garin en las primeras dos rondas, este lunes se impuso al italiano Lorenzo Musetti en la tercera para así ser octavofinalista de la competencia.

El croata se impuso al semifinalista de Acapulco por 6-3 y 6-4, en una hora y quince minutos de juego, para así estar nuevamente entre los mejores dieciséis del cuadro principal de un Masters 1000, tal como lo hizo la pasada temporada en Roma y en París.

Ahora, por un lugar en los cuartos de final, la parada será extremadamente complicada. Del otro lado de la red estará una de las sensaciones del Tour, el ruso Andrey Rublev, cuarto cabeza de serie del torneo, con quien tienen un historial de tres enfrentamientos previos, donde las victorias quedaron en dos ocasiones para el ruso y en la restante para el croata.

Cabe destacar que de clasificarse entre los mejores ocho de la competencia, el croata alcanzará esa instancia por primera vez desde Madrid 2019, cuando lo logró en la previa al Roland Garros de aquella temporada, y no se presentó en aquel duelo, ante el serbio Novak Djokovic.