Los vuelos charters siguen llegando al continente oceánico y algunos, con viajantes positivos del virus al arribar, aíslan a todos los tripulantes en el hotel, por catorce días. Los jugadores y entrenadores están que trinan.
Parece de locos, pero no. Es que en Australia, previo a la ATP Cup y al Abierto de ese país, los vuelos charters programados desde distintos lugares siguen llegando a suelo oceánico con algunos casos de COVID positvos, razón por la que, una vez arribados, los aíslan a todos los tripulantes por catorce días dentro de su habitación en el hotel.
Es por ello que los jugadores y los entrenadores que fueron perjudicados con viajantes de COVID positivo en sus propios viajes están que trinan y echan espuma por la boca de la rabia, debido a que la preparación no será en igualdad de condiciones, debido al encierro obligatorio por ser contactos estrechos.
Algunos de los perjudicados son los argentinos Juan Ignacio Londero y Guido Pella, junto con sus respectivos grupos de trabajos, y también resalta, entre otros, el japonés Kei Nishikori, ex Top 10 mundial.
Lo que llama la atención es que, por ejemplo, desde la organización australiana, proceden de esta forma ante estos nuevos casos, pero dejaron viajar al estadounidense Tennys Sandgren, quien dio positivo previo al vuelo.
Por esto mismo, los fundamentos en los que se basan para dictaminar los aislamientos son confusos y los profesionales no se sienten más que perjudicados, una vez más, tal como sucedió con algunos casos específicos en Nueva York, previo al Abierto de Estados Unidos.
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