La idea de Novak Djokovic durante esta semana de ATP 500 en Viena es muy simple: ser campeón, acumular los puntos que no tiene del 2019 en ese certamen y así conseguir asegurarse el número uno del mundo hasta el próximo año. Y vaya si comenzó bien su periplo, ya que en su primera presentación se sacó de encima a un difícil escollo como lo es su compatriota Filip Krajinovic y así se metió en los octavos de final.
Primer preclasificado del certamen, Nole tuvo que transpirar más de la cuenta en el primer set, donde recién pudo resolver las cosas en el tie-break, con un 8-6 a favor en el desempate. Ya en el segundo, con las cosas más clarificadas, un quiebre en el comienzo y otro sobre el final hicieron que cerrase el parcial por 6-3 y así se asegure el pase a la segunda ronda, tras el 7-6 (6) y 6-3, en una hora y cincuenta y ocho minutos de juego.
Ahora, el serbio número uno del mundo, buscará dar un paso más hacia los cuartos cuando se mida ante el croata Borna Coric, vencedor de la primera rueda ante el norteamericano Taylor Fritz, por un doble 6-4. Será el cuarto duelo entre los balcánicos, con un récord de 3-0 positivo para el serbio, hasta el momento.
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