El mallorquín celebró sus treinta y cuatro años en su academia de Manacor en un año atípico, donde no pudo hacerlo en pleno Roland Garros, donde acostumbra.

El Coronavirus hay algo que no puede frenar y es el tiempo y este 3 de junio se produjo un hecho clave en el mundo del tenis, porque el español Rafael Nadal cumplió 34 años y lo festejó con los alumnos de la Academia que lleva su nombre en Manacor, su ciudad, en donde todos lo aplaudieron y le regalaron una torta en conmemoración con la ceremonia.

El mallorquín, dos del planeta, se puede decir que tuvo un cumpleaños distinto a los que suele tener año tras año, a que en esta época, en el calendario regular de la ATP se disputa el Grand Slam parisino, en Roland Garros, evento que conquistó en doce oportunidades y que es como el patio de su casa tras tantas conquistas.

Así, el español de treinta y cuatro años se prepara en su Academia de Manacor para la presunta vuelta al Tour, que, probablemente comience a darse en los últimos meses de esta temporada, con las medidas protocolares lógicas a seguir y con un control estricto de la actividad debido al COVID-19, aún persistente en el mundo.