Hay torneos que a determinados tenistas le sientan mejor que otros dentro del Tour y en el caso de David Goffin se podría considerar que esto sucede con el ATOP 500 de Tokio, donde el belga parece ser un jugador ampliamente superior en el nivel que demuestra allí por sobre el resto de su andar en el calendario masculino.
Este jueves dio un nuevo paso en la edición actual, ya que venció en sets corridos, con parciales de 7-6 (5) y 7-6 (2) al canadiense y siempre peligroso Denis Shapovalov, y se instaló en los cuartos de final del evento japonés tras una hora y cincuenta y seis minutos de juego.
Sin embargo, más allá de lo que es su performance actual en el torneo oriental, lo de Goffin con Japón y Tokio viene y data desde hace rato. En el 2016, en su primera aparición allí, alcanzó la final y recién cayó en la misma ante el australiano Nick Kyrgios en tres sets.
Obstinado con conseguir el certamen, retornó al año siguiente y conquistó el título, tras derrotar en la final al francés Adrian Mannarino y sin cediendo apenas un solo parcial en toda la cruzada, en la que, una de sus víctimas fue el argentino Diego Schwartzman.
Tokio y Goffin parecen ser un sinónimo. Mañana viernes se medirá en cuartos de final ante el coreano Hyeon Chung, quien venció a Marin Cilic en los octavos de final.
Lo cierto es que Goffin es una garantía de show y buen espectáculo en el evento japonés y una victoria de su parte ya se hizo costumbre, alcanzando en la actualidad un récord de 11-1 en el torneo. ¿Será que este año habrá más novedades del belga en el evento del país con el sol naciente? Por el momento, todo marcha viento en popa para el ex Top 10, solo restará ver de lo que es capaz.
Más Tenis es la única app que te lleva a un Grand Slam. Noticias, resultados, clínicas virtuales y más.
Suscribirme