Tras un año de sequía en esa instancia, el británico retornó a los mejores ocho de un evento de elite. Fue tras vencer en la segunda ronda de Beijing a su compatriota Norrie en tres parciales.

Andy Murray dio el gran golpe y un salto de calidad en su vida tenística esta semana en Asia. En el ATP 500 de Beijing, el británico derrotó por 7-6 (6), 6-7 (4) y 6-1 a su compatriota Cameron Norrie y así se clasificó a los cuartos de final del evento, hecho que no lograba en un evento de nivel ATP desde el año pasado, cuando había conseguido ser uno de los ocho mejores en el certamen de Shenzhen.

Murray, quien venía de vencer al italiano Matteo Berrettini, octavo cabeza de serie del certamen. no tuvo piedad de su compatriota Norrie, quien había vencido al chileno Christian Garin en la primera vuelta y quien está transitando una de las mejores temporadas de su carrera. Con la victoria en tres sets y tras dos horas y cincuenta y dos minutos de encuentro, Andy retornó a un lugar del que nunca debió haber salido, más allá de las lesiones que lo condicionaron.

Ahora, en cuartos, por un lugar en el fin de semana, se medirá ante el número uno del torneo, el austriaco Dominic Thiem, quien este miércoles venció al local Zhizhen Zhang en dos parciales para estar entre los ocho mejores.