Schwartzman derrotó en sets corridos al holandés Haase y se metió en la segunda ronda del último Grand Slam del año.

El Abierto de los Estados Unidos no tuvo unos grandes resultados hasta el momento, pero hay algo que sí se pudo ver en estos días de actividad. Diego Schwartzman brilló en las canchas de cemento de Nueva York y ayer se anotó una victoria contundente ante un jugador muy complicado como lo es el holandés Robin Haase, a quien derrotó por 6-3, 7-6 (6) y 6-0 para instalarse en la segunda vuelta del último Grand Slam del año.

Con un andar contundente en el primero y en el tercero de los sets, el Peque mostró solvencia y se adueñó de un encuentro chivo, que no era fácil en los papeles y en la previa, ya que Haase fue uno de los jugador que siempre lo complicó en el Tour antes de este encuentro. No obstante, el argentino se afianzó en su buen juego de fondo, y la confianza acumulada en los torneos previos, donde se consagró campeón en Los Cabos, entre otros logros, hicieron que resolviera el encuentro para su lado.

Con la victoria asegurada y el pase a la segunda ronda, el argentino ahora irá ante el bielorruso Egor Gerasimov, proveniente de la Qualy, quien venció en la primera vuelta al sudafricano Lloyd Harris. Será el primer duelo entre ambos en el Tour.