El rosarino, quien hacía varios meses que mantenía una sequía en cuanto a festejos, venció al local Giannessi en tres parciales y consiguió su tercer título en la categoría Challenger.

Renzo Olivo es de esos tenistas argentinos que siempre estuvo a punto de dar el salto de calidad e instalarse en el mundo de elite del tenis mundial y siempre debió resignarse a esperar y volver a intentarlo una vez más en el circuito Challenger o Future. Esta vez, el tenis le sonrió al rosarino, ya que este domingo pasado, en Italia, en el Challenger de San Benedetto, pudo gritar campeón tras varios meses de sequía para alcanzar su tercer título en torneos de esta categoría.

Con un score final de 5-7, 7-6 (4) y 6-4, Olivo venció al local Alessandro Giannessi y conquistó Italia para hacerse con el título de San Benedetto, en una semana donde explayó su mejor versión y tan solo cedió un solo set en todo el transcurso del certamen, justamente el primero de la final, ante Giannessi.

Con este título, quien alguna vez supo ganarle en el estadio principal de Roland Garros a Jo-Wilfred Tsonga en la primera ronda del Grand Slam parisino, o mismo que haya sido partícipe de los equipos que formaron parte de las convocatorias de Argentina campeona en la Copa Davis 2016, subió más de setenta puestos en el ranking mundial y volvió a meterse en el Top 300.